Como la brisa apareció en la tarde
de aquella tibia calle con naranjos.
A mi encuentro venía lentamente,
como si no quisiera llegar nunca
o buscara quién sabe qué misterio.
...
Pero siguió despacio su paseo
sin mirarme siquiera, en sus asuntos.
Y me alejé sabiendo que yo supe
por ella que volvió la primavera.
Victor Giménez
No hay comentarios:
Publicar un comentario